Al comenzar a escribir este blog para reflexionar sobre nuestro primer año de ministerio, vuelvo a una simple pregunta: "¿Qué hubiera pasado si no hubiera dicho que sí a ser misionero debido a los temores y las dudas que tenía?". Doy gracias a Dios que nunca tendré que responder esa pregunta. Doy gracias a Dios por el mejor año de mi vida.
Para serte sincero, he querido escribir este blog desde principios de diciembre. Sin embargo, no he encontrado las palabras correctas para decir, y me prometí a mí mismo que nunca escribiría simplemente porque "tenía que escribir". Para ser honesto, no me preocupa cómo fluye, qué estructura tiene o si tiene sentido. Me preocupa una cosa: que Dios reciba toda la gloria de la que es digno. Quiero escribir cuando el Espíritu Santo es el que dirige las palabras que se escriben, pintando nuestras experiencias para que el mundo vea la fidelidad de Dios y procesando las lecciones que se aprendieron a través del evangelio. Llevó un mes hasta el 2023 para finalmente tener las palabras para expresar completamente cuán impresionante fue el ministerio en el primer año para RH2.
Déjame explicarte.
Se me ocurrió una meta simple para 2023; leer toda la biblia.
Génesis 1:1 a Apocalipsis 22:21.
Este mes he leído Génesis y Éxodo.
Sí, sé que si mantengo este ritmo,
Ni siquiera terminaré el Antiguo Testamento hasta el 2025.
Ese no es el punto.
El punto es simple,
Necesitaba leer estos dos libros para reflexionar completamente sobre 2022 y nuestro primer año de ministerio.
Diferentes partes de la vida de Abraham y Moisés reflejaron los primeros pasos de este viaje.
Déjame explicarte.
Éxodo Capítulo 3 establece una de nuestras escenas para nosotros.
Dios escoge a Moisés para que sea el elegido para traer a Su pueblo,
los hijos de Israel, de Egipto.
Sin embargo, Moisés inmediatamente expresa temor y duda.
No una, sino tres veces distintas.
Éxodo 3:11
"¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?"
Éxodo 4:1
"¿Y qué hago si no me creen ni me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen:
“El Señor no se te ha aparecido”?"
Éxodo 4:10
"Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra, objetó Moisés.
Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este servidor tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar."
Moisés dudaba de sus habilidades y de lo que Dios podía lograr a través de él.
De lo único que Moisés no se dio cuenta es de esto:
no importaba lo que Moisés pensaba que era capaz de hacer porque Moisés no era el que iba a hacer el trabajo.
Dios era y Él era quien sería glorificado.
Inserte Jonathan Elicier.
Tuve exactamente la misma respuesta que Moisés cuando Dios me llamó al campo misionero.
Dudaba de mis habilidades.
Inmerecedor de tal llamado.
Sin darme cuenta de que mis "calificaciones" no importaban ni importarían.
Dios todavía fue glorificado en el primer año de ministerio.
Génesis capítulo 22 establece la segunda escena para nosotros.
Dios le prometió a Abraham un hijo de Sara.
En la vejez, Abraham y Sara finalmente tuvieron a Isaac.
Una promesa largamente esperada finalmente se había hecho realidad.
Sin embargo, las cosas cambiaron rápido.
Génesis 22:1-2
Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo:
"¡Abraham!"
"Aquí estoy —respondió."
Y Dios le ordenó:
"Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré."
Uno podría pensar que Abraham habría respondido con miedo y duda.
"¡AGUARDA DIOS!
¿POR QUÉ?
ME PROMETISTE ESTE HIJO,
POR FIN ME BENDECISTE CON ÉL,
¿Y AHORA DICE QUE LO MATEN?
¿CÓMO ES ESTO JUSTO?"
Equivocado.
Génesis 22:3
"Abraham se levantó de madrugada..."
No porque.
Ninguna queja.
Sin miedo ni duda.
Fe incondicional.
También dice que Abraham se despertó ¿cuándo?
DE MADRUGADA.
Tan pronto como Abraham pudo, lo hizo.
No perdió el tiempo.
Desesperado por cumplir la voluntad de Dios.
Inserte Jonathan Elicier.
Yo no tuve la misma respuesta exacta que Abraham cuando
Dios me llamó al campo misionero.
Sin embargo, esa fue mi respuesta muchas veces durante nuestro primer año de ministerio.
Él habló, yo lo seguí.
El miedo y la duda querían colarse, y lo hicieron,
pero Dios usó mi fe para Su gloria.
Hoy puedo mostrarte lo que Dios puede lograr cuando simplemente nos levantamos y actuamos.
a su orden sin dudarlo.
No porque seamos capaces de estos momentos.
Simplemente porque Él nos permite ser parte de ellos.
No fue Abraham o Moisés.
No fue Jonathan Elicier.
No fue RH2.
Siempre ha sido y siempre será
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Enero
El mes de Enero se sintió como un sueño. No podía creer que había llegado el momento de subirme a un avión y dirigirme a la isla que se convertiría en mi nuevo hogar. Muchos tuvieron lugar por primera vez durante todo este mes:
Mi primer viaje a la tienda de comestibles donde me sorprendió
encontrar S'mores Pop-Tarts.
Mi primera vez corriendo hacia el monumento
(el orgullo y alegría de esta ciudad) a las 6 a.m.
porque Shersty me arrastró a eso. La vista valió la pena.
Visité mi escuela favorita por primera vez, sin tener idea de que me enamoraría de esos niños, y ellos amarían tanto a Jamey como a mí.
Mi primera vez limpiando mi nueva habitación y armando mi cama.
Mi primer sermón en la República Dominicana.
Nuestra primera vez organizando un alcance para niños donde Dios convirtió a dos niños presente a las 9:30 a.m. a más de 80 niños estar presente a las 10:00 a.m.
Enero, el mes que supe que si Dios llama, Él provee.
Febrero
El mes de Febrero fue uno en el que no usé la palabra "no" con frecuencia. Cualquier evento de la iglesia, cualquier oportunidad de explorar, era un sí para mí. Decir "sí" me permitió ver la obra de Dios de maneras únicas y hermosas, sin embargo, uno o dos de esos "sí" me metieron en problemas.
Un sí terminó con Jamey y me vestído igual.
Un sí terminó en una noche de cine en la iglesia para nuestros niños de la comunidad.
Le encantaron las palomitas de maíz.
Un sí terminó con más de 20 niños en la iglesia un Domingo.
Esa fue la primera vez que vinimos más de diez niños.
Dios estaba trabajando.
Un sí terminó con la oportunidad compartir el evangelio en una nueva iglesia.
Un sí terminó en dar vueltas por la comunidad para recoger a los pequeños
y tráigalos a nuestro evento de alcance para niños.
Un sí terminó en una cama nueva que tanto necesitaba para mí.
Sin embargo, no todo fue positivo.
Un sí terminó con un mal corte de pelo y una cara cubierta con el vaporizador de Vic.
Esto me quemó los ojos y las mejillas durante una hora completa.
Un sí terminó conmigo teniendo que forzar dos platos de hígado, pulmones e intestinos de cerdo.
La peor parte, derramé mi bebida.
Solo sentí la carne en mi garganta sin nada para lavarla.
Febrero, un mes de muchos si, y un mes de muchas bendiciones.
Marzo
El mes de Marzo, uno con poquísimas fotos. Un mes en el que me estaba ahogando, y no dije nada. Mi confianza se disparó, mis emociones se dispersaron y estaba dudando del llamado que Dios me hizo.
Muchas noches me acosté en la cama y lloré.
Muchas noches llamé a casa pero no estaba presente en esas conversaciones.
Muchos días puse una sonrisa, pero me dolía por dentro.
Muchos días le pedía a Dios,
"¿Es por eso que me llamaste? ¿Para hacerme sufrir?"
Sin embargo, incluso en mi valle, Él me amó.
Mi familia aquí me hizo sentir muy especial en mi cumpleaños.
Tan especial que tuve tres pasteles
y cantaron feliz cumpleaños tres veces diferentes en dos idiomas.
Pude compartir el evangelio a fin de mes durante
medio tiempo en un partido de baloncesto.
Todavía me estaba usando aunque me sintiera inútil.
Su plan aún se desarrollaría independientemente de cómo me sintiera.
Marzo, un mes de dolor que me desafió de muchas maneras.
Mayo
El mes de Mayo, el que me reavivó el espíritu, el que me hizo sumergirme de cabeza en la palabra a diario. Fue uno que vino con sonrisas, tiempo con queridos amigos y ver la creación impresionante de Dios.
18 de Mayo, y ya estaba de vuelta en Santiago.
Este mes pude caminar con mis amigos y
explora la belleza que esta isla tiene para ofrecer.
Nuestro grupo de Jóvenes Adultos siguió creciendo.
Este pórtico ha visto a Dios moverse de maneras poderosas y este fue otro ejemplo.
Por último, tenía que ir a ver a mi escuela favorita.
Educación física con el entrenador Jon Jon y el entrenador Santiago.
Mayo, un mes que llegó con paz.
Junio
El mes de Junio fue uno que llegó con pura felicidad. Fue uno que llenó mi copa de muchas maneras. Fue un mes que nos llevó a nuevos lugares, y a otros familiares. La fidelidad de Dios no cambió a pesar de todo.
Pudimos celebrar el cumpleaños de mi "hermanito".
Al principio el estaba un poco frustrado porque pensó que no íbamos a hacerlo,
pero no sabía que le esperaba un sabroso pastel.
Organizamos un evento de alcance para nuestros niños,
volar cometas + hablar de Jesús.
No hay nada mejor que eso.
No solo los niños disfrutaron, Jamey y yo también.
Nos encontramos en Pedro García en un lado de una montaña.
Fuimos a casas específicas para orar y bendecir a las familias con una bolsa de comestibles simples.
Prediqué.
Una vida aceptó a Jesús como su Señor y Salvador.
Nada será mejor que elegir a Jesús.
Pura alegría.
El cielo celebró con nosotros.
Junio, un mes de avance.
Julio
El mes de Julio vino con visitantes que se unieron a nosotros para compartir el evangelio. Tuvimos muchos momentos para amar a muchos niños diferentes de diferentes iglesias y diferentes orígenes.
Aidan es un niño de 10 años al que ayudamos a matricularse en la escuela.
Pudimos bendecirlo con todos sus útiles escolares y necesidades de uniformes.
En estos momentos recuerdo lo verdaderamente bendecida que fui cuando era niña.
A Eli, mi hermanito, le encanta hacer muecas mientras disfruta de nuestro helado.
Conocí a algunas niñas Haitianas durante un evento de divulgación,
atrevidas y dulce.
Como puede ver en los signos de la paz, me puse del lado bueno con ellas.
Nuestro mes terminó con cuatro diferentes Escuelas Bíblicas de Vacaciones en cuatro iglesias diferentes.
Vimos y adoramos a Dios con más de 200 niños esa semana.
Increíble e incomparable.
El mes de Julio me hizo sentir como un niño otra vez.
Septiembre
El mes de Septiembre fue un mes especial. Celebramos las oraciones contestadas y al mismo tiempo nos dimos de cuenta de lo difícil que puede ser vivir las cosas más básicas en un país del tercer mundo.
Llevábamos meses orando para que nuestro niño Yuniel recibiera la bendición
de ir a la escuela por primera vez en su vida.
En el mes de septiembre pudimos comprar todos sus
útiles escolares y necesidades de uniformes.
Sin embargo, aún no había sido aceptado en una escuela porque
todos estaban demasiado llenos.
Continuamos orando.
Mientras continuamos luchando por un futuro mejor para nuestros niños,
nos dimos cuenta de lo difícil que es conseguir agua limpia.
Septiembre consistió en dos proyectos para Jamey y para mí.
Un proyecto era limpiar la cisterna para que el agua
que recibimos del camión cisterna podría mantenerse limpio.
Como puedes ver arriba, a veces hay que ducharse con agua sucia.
Es simplemente una parte de la vida ahora.
El otro proyecto era construir un sistema de drenaje en el lado de
la iglesia para recoger agua de lluvia.
Tendemos a quedarnos sin agua aquí con frecuencia.
Si el camión de agua que costó $40 no puede venir ese día, simplemente no te duches.
Es simplemente una parte de la vida ahora.
Septiembre me hizo darme de cuenta de que Dios es fiel en la cima de la montaña y las oraciones contestadas, pero también en los valles y las noches sin ducha limpia.
Octubre
El mes de Octubre fue uno que vino con la provisión de Dios. ¡Soy tan poco merecedor, pero tan agradecido!
Cuando comenzó este mes, estaba en constante oración por dos cosas:
Encontrar un carro y Yuniel entrando a la escuela.
En octubre, ambas oraciones fueron respondidas.
Después de meses de oración y conversaciones difíciles, Yuniel iba a la escuela.
Dios escucha a sus hijos.
En agosto, mi pueblo y mi Señor se unieron para recaudar más de $10,000 para comprar un automóvil.
Después de meses de oración y muchos intentos fallidos (mira ese piso) para encontrar el auto correcto,
Dios respondió.
En algún momento de mi tiempo aquí, también comencé CrossFit.
STI CrossFit se convirtió en un segundo hogar y una segunda familia.
Puede que también haya ganado mi primera competición de CrossFit,
pero solo en la división de principiantes.
Octubre me recordó un mensaje simple,
la oración es poderosa.
Noviembre
El mes de Noviembre fue el final de cuento de hadas de nuestro primer año de ministerio y el mejor año de mi vida.
Tuvimos la bendición de llevar el ministerio de niños
a una excursión al parque de la ciudad.
Corrimos, cantamos, jugamos y, por supuesto, las chicas ganaron.
Jamey y yo pudimos ir a orar con familias Haitianas al lado
nuestros amigos Coreanos y compañeros misioneros.
Dos Estadounidenses con dos Coreanos y un pastor Haitiano orando por
Haitianos en la República Dominicana.
Solo Dios puede traernos a momentos como estos.
Shiloh y yo amamos ir a los camiones de comida aquí en Santiago.
A Shiloh no le caía bien cuando empezó el año,
ahora me cuenta sus secretos de su amigo y me llaman su hermano mayor en la escuela.
Si tan solo supiera lo mucho que significaba para mí.
Por último, pero no menos importante,
mi mejor amiga vino a visitarme a mi casa y conoció a mi familia.
Pude mostrarle diferentes personas y partes de esta isla que me robaron el corazón,
como ella lo hizo.
¡CORREMOS UNA MARATÓN!
Nuestra semana terminó con mi llanta cayéndose de mi auto en la carretera
en nuestro camino de regreso de la playa.
Afortunadamente, un mecánico al azar se detuvo y nos ayudó sin pensarlo.
Al día siguiente tuvimos un viaje en grúa de dos horas y
así fue como pasamos nuestro último día en la República Dominicana.
Noviembre, el final perfecto.
A cada una de las personas que tuvo una parte en cualquiera de estos momentos, les damos las gracias.
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